Presencia y vacio.


Anoche en el genial recital de Radiohead estuve mezclado entre miles de personas. Mezclado entre todas las humedades, los humos y los cuerpos. Un lugar emocionante, tribal, enérgico, agresivo, festivo y erótico. Veía a la banda y la brillante producción escénica, su sensibilidad, su comunicación gestual, como desplegaban su arte y el gentío se integraba.

Parece que sin ese otro, sin un referente, el hombre pierde conciencia de sí, su sentido.

El vacío es una falta de mirada, de interés, ausencia de registros de sentirse amado, una falta en el estar acompañado.
La presencia de alguien se hace esencial para cualquier ser humano que no quiera entregarse al abismo oscuro del sin sentido. Esta presencia es parte importante de la esencia del amor. Ya hice otros comentarios de como la tecnología nos ha sorprendido con las facilitaciones en la comunicación. Desarrollos espectaculares. Vamos bien, pero también notamos que lo virtual, la presencia de todo menos del cuerpo del otro siempre deja el efecto de la fantasía, la ilusión sin correlatos, en definitiva, la perpetuación de esa tendencia a la auto-conservación, el auto-erotismo, la auto-ayuda, el individuo auto-suficiente, encapsulado rumbo al espacio sideral. La presencia del otro da espacio a la intimidad y al deseo. Tal vez debamos esperar que evolucionemos de tal manera que lo virtual, la no necesidad de la presencia real de los demás termine generando una nueva manera de ser y entender los vínculos e ir prescindiendo de la existencia gregaria. Desestimo esta posible evolución, porque somos por naturaleza dependientes de lo otro, de lo real, partiendo de lo básico: encontrar e incorporar alimento, tener al principio una madre y padre que nos amen.

Freud sostuvo que el amor tiene como base el interés, la colocación en otro del amor propio. Por eso se sufre tanto cuando el amor no es correspondido, o no llega, o defrauda, ya que la herida cala en lo más hondo de nuestra personalidad. Pujante necesidad la de amar a alguien en especial, recortado del resto, y la tensión sedienta de sentirse amado, buscado, querido por sobre el resto, como alguien especial, diferente, exclusivo. Por otro lado nadie puede amar a otra persona si de alguna manera y en cierta proporción no renuncia a un egocentrismo y se ofrece para perder algo en el otro. A cambio, el goce de existir en el corazón de alguien seleccionado, predilecto. En definitiva nadie puede amar a otro si no tuvo la oportunidad de sentirse amado, y luego aprender a amarse, y entonces poder llegar a dar lo que esperás o te hace bien.

Muchas personas que padecen psiquicamente, si no la mayoría, presentan toda su estructura conflictiva, su quiebre personal, su derrumbe existencial en el problema básico de no haber sido fundado en el amor. No hay dolor más radical, herida más profunda, solidaridad más necesaria. Algunos padres no pudieron amar a sus hijos, no supieron, o no tuvieron interés. Algunos padres también odiaron a sus hijos de entrada. La marca indefectiblemente perdura y tiene sus consecuencias, a veces muy graves, con la complejidad para su reparación o cambio de edición.
En los abordajes psicoterapéuticos de los últimos decenios cada vez más se enfatiza esta problemática como central. Difícil si, pero necesario para el sentido, la alegría, la evolución vital.
(pintura "large interior" Lucian Freud)

5 comentarios:

  1. Muito, muito interessante!
    Nada como um psicólogo, para
    nos mostrar certos comportamentos e apontar a origem!

    Às vezes sabemos o caminho, mas é
    doloroso percorrê-lo!

    Besos!

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  2. adorei ler...
    tanta pergunta para fazer!!! :)

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  3. Hola Jac... si el dolor siempre esta presente en ciertos tramos de la vida, siempre, va y viene como la felicidad.
    me halaga tu presencia.
    besos

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  4. Hola Teresa, me encanta saber que tenes tantas preguntas..! es un movimiento hacia el encunetro, y tu inquietud es el motor..
    Coincido con eso. hay tantas cosas por conocer..!
    Bienvenida, me alegra..

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  5. no hay peor cosa que una madre que odie y rechace a los hijos, hay madres que los mataron fisicamente, hay otras mas sutiles que los van destruyendo de a poco, solo le sirven para su ego y para ser feliz ellas, no para contener, ayudar, amarlos y gozar y ser feliz viendo como van desarrollan sus vidas. beso

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