Un toque de nihilismo, me apetece

Nada diferente aunque ayer fue domingo.

Todos buscando ser lo que ven en vos. Muchos negándote, por el vicio del niño desesperado de exclusividad, de idolatría narcisista. Porque nadie te tiene que sostener ya si no sos vos mismo.

Trabajé a full. Mis pacientes son mis clientes. Les hago bien por eso vienen, también me hacen bien, además trabajamos en proyectos comunes, ellos mismos, es interesante, motor de vida, además me pagan, mi oficio es una pasión que disfruto y agradezco también.

Ahora, a descansar. Sobre todo algo de divague. Me gustaría divagar, aquí, un rato, como un juego, como un desafío, es mi ritmo, mi pulsión, vale la idea, en el blog también.

Puedo llorar, puedo reir, y caminar desnudo, si quiero. Sereno se que lato.

Todos, la gran mayoría vive para sí.

Algunos no esperan más que derribar la elocuencia de tu presencia. Para mi vos sos tan real, tan bella, tan necesaria.

Así me resulta el ser humano a veces, matando por el charco, por la hembra, por el prado. Así es el juego, quien dió las cartas, también juega.

Todos niños buscando ser los dueños del centro, de la mirada de su entorno.

Niños, de más de 20, la paciencia tiene sus extremos.
Entonces Sartre y el nihilismo. Nietzsche y el Zaratrusta... mejor aun Discépolo y el tango. o Platón y la caverna sería mejor ?

Hipnotizadas en el espejo almas desesperadas por existir, consumiendo la dicha, en 12 cuotas sin intereses. Pertenecer tiene sus privilegios, perfecto.

Sagaces y transgresores, hasta que ven un cobre, o la gloria. Bob Dylan dijo: "el dinero no habla, putea"... se me ocurre que lo habría pensado mientras viajaba... bien cuidado.

Como una religión, pura ilusión, cuando poesía, vale.

La vida es un proyecto azaroso, en su defecto tu sonrisa, tu mentira, tu plegaria. O las bombas de los buenos contra los malos. John Wayne y Evita, marihuana y zen. Cambalache, una certeza porteña.

Ahora me quedo con tu boca. Tiene sabor, me deja en sensaciones. Esta noche, hasta que sea, me quedo junto a vos, amor.