de semillas y destinos

Esta semana terminé de dar las clases en la facultad. Grupos de gente muy intensa, inquieta, con mucha onda y convicción por lo que están encaminados. Un disfrute particular en esta experiencia y como suele ocurrir afortunadamente alguna sensación de nostalgia por lo que termina y ya nunca más podrá repetirse igual, como una obra de arte, una novela completa, un encanto que late en cada recuerdo, en cada sonrisa, en toda esta pasión por transmitir hasta donde se pueda. Crecimiento y proyección hacia el mañana. Mis alumnos, un lujo, un regalo de la vida, un privilegio inigualable. Un mañana con otros nombres... en algunos las semillas darán nuevos frutos, en otros tomarán formas nuevas, pinceladas propias, trasformantes, en todos una evolución. También la consecuencia de un intercambio rico y sobretodo humano. Comunicación, despliegues, lo mejor de cada uno, y a gozar por lo que es y vendrá. Honor y gloria a los que mañana harán de este esfuerzo un nuevo espacio que germinará en distintas maneras...y la ilusión creible de que cuanto uno brinda no muere en la pequeñez de uno mismo y quedará reverberando de mil formas distintas, nuevas, como las mañanas de primavera, los soles de los inviernos, el aliento de los que parten, el encanto de un amor que tal vez nazca en otros caminos y devuelva en nuevos senderos.

Tu dicha, tu esfuerzo, tu miedo, nunca son en vano si comprendés lo efímero del momento y la trascendencia del destino, del momento que nos toca compartir.

La vida no es fácil para nadie pero es mágica vivirla en atenta sintonía.

Amor, estamos en deuda, todavía sigo esperando descubrirte... y eso no es poco.

(foto mi hermana, "chiquito" y yo)